Segunda Edición del Premio Internacional de Fotografía Esperanza Pertusa
junio 15
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4:00 pm
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9:00 pm
Información:
La exposición recoge las obras premiadas y reconocidas por el jurado de la Segunda Edición del Premio Internacional de Fotografía Esperanza Pertusa, promovido por la Fundación Esperanza Pertusa. Este Premio busca promocionar y reconocer la obra de artistas, profesionales o amateurs, que inspiran una transformación social positiva a través de sus fotografías. En esta Segunda Edición el Primer Premio recayó en el proyecto Shred the Patriarchy, de Chantal Pinzi, un relato visual sobre las mujeres marroquíes que practican el skateboarding, en un diálogo entre los retos físicos y sociales que plantea el skate para las mujeres. Los dos Premios Accesit fueron para los fotógrafos Marcos Azulay y Emran Hossain por sus proyectos A Dios y Dumping yard workers plagued by pover.
En los últimos años Burkina Faso, un país anclado permanentemente en los primeros puestos de la lista de pobreza en el planeta y que fuera uno de los más seguros del África Occidental, ha sido el blanco de más de trescientos atentados por parte de grupos terroristas vinculados al Dáesh.
La educación formal en francés (idioma oficial del país) y los profesores que la llevan a cabo con gran esfuerzo y dedicación, se han vuelto el centro de la mayoría de los ataques de una campaña sangrienta y atroz que ha obligado a cerrar más de mil escuelas en el norte y el este, ha dejado sin clases a más de 150000 niñas y niños solo en el último año y ha hecho abandonar su trabajo y buscar refugio a más de la mitad de sus docentes…
La amenaza terrorista a los profesores y alumnos (sobretodo a las niñas que están aun si cabe más amenazadas) de Burkina Faso y resto de países de África Occidental y Central es clara y una triste realidad que por desgracia va en aumento.
Las familias tienen mucho miedo. Los niños también… Ya no quieren ir al colegio. Temen un ataque que acabe con sus vidas y han comenzado a estudiar en el interior de sus hogares. Improvisadas pizarras pueblan sus humildes moradas. Regimientos de niñas y niños que aprenden los unos de los otros (los más grandes enseñan a los más pequeños) en una gran vorágine de resistencia creativa y cultural digna de elogio. El ansia de conocimiento no tiene límites. La capacidad de sufrimiento y resiliencia de los pobladores de “la patria de los hombre íntegros” y de sus hijos, tampoco.
La educación genera confianza. La confianza genera esperanza. La esperanza genera paz…